“Diversidad, armonía y apoyo mutuo”
“Cuidado de la tierra y también de las personas”
“Espacio de integración absoluta, donde el respeto y el entendimiento a la tierra han obtenido sus mejores logros”
“Invita a la reflexión sobre la coherencia en las decisiones, en los hábitos, en la proactividad, en la filosofía de vida de cada uno como ser libre y en armonía con el espacio que habitamos”
“Esta finca va más allá de los conceptos permacultura, agroecología, es una forma de vivir, de sentir la naturaleza. Tiene alma, no es sólo lo que puedes ver, oler, o tocar en ella. Cada vez que tengo la oportunidad de visitarlos salgo convencida de que este proyecto funciona, está muy vivo, y lejos de conceptos económicos y productivos (de los que no entiendo casi nada) siento que ayuda a este municipio”
“Sois un ejemplo a seguir. ‘Colaboración, cooperativismo, mecenazgo, bien común, ayuda mutua, biodiversidad,…’, que más se puede pedir. Aquí todo cabe y nada desentona. En cuanto a las sugerencias solo os puedo pedir que sigáis haciendo y trabajando como hasta ahora, ya que estáis en lo correcto. Seguid transmitiendo al mundo vuestra ilusión y vuestros conocimientos”[1].
El método del ensayo-error detrás de la experiencia plasmada en esta guía es sin duda parte de la búsqueda más genuina de lo que nos acerca más a la masa heterogénea de diversas formas de vida en la que nos tenemos que integrar plenamente para tener éxito en el resultado que buscamos. En otras palabras, formar parte integrada del paisaje no como pintor, sino como parte del cuadro.
En las distintas unidades didácticas de la Guía Formativa PERMIND hemos querido poner de manifiesto cómo la Permacultura se identifica con el diseño consciente y el mantenimiento de ecosistemas agrícolas productivos que tienen la diversidad, estabilidad y resistencia de los ecosistemas naturales. Mediante la observación de los ecosistemas naturales diseñamos sistemas de producción que responden a las necesidades humanas restaurando y protegiendo el medio.
Los sistemas apoyados en los principios de la Permacultura ayudan a esa protección y restauración regenerando la calidad del suelo y protegiendo la biodiversidad; integrando los bosques comestibles y bosques jardines comestibles con sus árboles fertilizantes; cultivando los suelos con cubiertas permanentes y el reciclaje de nutrientes; gestionando con máxima eficiencia la infiltración del agua de lluvia; reduciendo el consumo de agua generando una menor huella hídrica; reduciendo el consumo de energía con una mayor eficiencia energética; siendo un modelo de mitigación al cambio climático ya que incrementa las fuentes de secuestro del carbono reduciendo los gases de efecto invernadero, y de adaptación por su resistencia y resiliencia; mejorando la calidad nutracéutica de la alimentación; colaborando en los cierres de ciclos de energía, nutrientes, materiales, agua,…; favoreciendo la ampliación del ciclo de vida de los productos; ayudando a un mayor nivel de resiliencia agroecológica; mejorando el paisaje agrario proveyéndolo de bosques y jardines comestibles; contribuyendo a la recuperación de terrenos de cultivo abandonados y degradados evitando la desertificación; no usando fertilizantes ni abonos químicos; colaborando en la concienciación y formación ambiental, etc.
Desde una perspectiva psicosomática nuestro comportamiento en la actualidad es predominantemente sedentario si lo comparamos con la “edad” del cerebro, que sigue siendo eminentemente nómada. El cerebro “nómada” en el desplazamiento por la naturaleza funciona con objetivos de búsqueda de seguridad en términos de hábitat y alimentación, de ahí que desarrolle mecanismos para la consecución de esos objetivos. La Permacultura emula los principios de la naturaleza transmutando la idea del ecosistema natural en ecosistemas culturales, en jardines y bosques comestibles.
Con las prácticas permaculturales descritas en la Guía Formativa PERMIND queremos incentivar la dimensión “nómada” presente en nuestro cerebro, haciéndolo de una manera fresca y pedagógica. Ello ayuda desde el punto de vista terapéutico ya que con esas prácticas estamos reconectándonos con la naturaleza, que es de dónde venimos y a la que le hemos dado la espalda. La conexión con la naturaleza a través del descubrimiento semana tras semana de “nuevos asentamientos” de abastecimiento nutritivo en nuestros jardines y bosques jardines comestibles suponen un reto de nuevos descubrimientos para el cerebro que activa los circuitos de memoria.
En las unidades didácticas previas se habla de la importancia del cultivo en la Permacultura: cultivar la observación del entorno, cultivar agua y suelo, cultivar biodiversidad. A partir de este sumatorio de cultivos al final se cultivan sin duda alimentos sanos. Pero para favorecer todos estos cultivos de manera comunitaria hemos de ser conscientes de la importancia del cultivo de las relaciones humanas, en él nos va la salud mental: un cultivo de relaciones humanas a través de nuestra re-conexión con la naturaleza, una naturaleza a la que le hemos dado la espalda con nuestra soberbia tecnológica. Nos toca pasar de la fase de la corresponsabilidad de la destrucción a una fase de la corresponsabilidad en la restauración. Este es uno de los objetivos de la guía y esta es la razón por la que hemos iniciado la Guía Formativa PERMIND con el cultivo de la terapia.
Cerramos la guía con un AGRADECIMIENTO PERMACULTURAL a todas las personas que a lo largo de los últimos 23 años han inspirado y compartido el método del ensayo y error en los cultivos de la observación y de las relaciones humanas en la Finca El Mato Tinto, sede de la ADP, personas que han estado presentes en la elaboración, redacción y revisión de la Guía Formativa PERMIND. Queremos hacer una especial mención a todas las trabajadoras y trabajadores del Centro Especial de Empleo Finca El Mato Permacultura que inspiraron esta guía formativa.
[1] Impresiones de técnicos y políticos municipales de la Red Terrae (Asociación Intermunicipal Red Territorios Reserva Agroecológicos) y del Ayuntamiento de Tacoronte después de una “toma de tierra” en la Finca El Mato Tinto el 21 de junio de 2017.